jueves, 29 de octubre de 2009

BERNARDA DE UTRERA

In memoriam


Fallece Bernarda de Utrera








Descanse en paz,
y junto a su hermana Fernanda,
una de las mejores cantaoras
de todos los tiempos.

viernes, 16 de octubre de 2009

LA GRAN COSECHA DE 1.909

¡No, no..., que no! Que no vamos a hablar de vinos.

Vamos a recordar a los grandes genios del cante que nacieron en el citado año de mil novecientos nueve y especialmente a tres que a mi juicio han sido olvidados por el gran público flamenco. Al menos no se les ha tratado debidamente en el año en que se cumple el centenario de su nacimiento.




Antonio Cruz García, Antonio Mairena (5 de septiembre de 1.909) tuvo su merecido homenaje con motivo del XLVIII Festival de Cante Jondo "Antonio Mairena" en su pueblo.









Manuel Ortega Juárez, Manolo Caracol (9 de julio de 1.909) fue homenajeado en el XXXVII Congreso Internacional de Arte Flamenco, tuvo su homenaje el 5 de Mayo en Sevilla y hasta se ha publicado un libro para celebrar el centenario de su nacimiento.




Y claro, muy merecidamente desde luego, estos dos genios centenarios se han llevado hasta el momento todos los honores.



Desde este humilde rincón flamenco quiero reivindicar la figura de otros tres grandes del cante que también forman parte de esa gran cosecha de 1.909: y nos estamos refiriendo a:



  • Dolores Jiménez Alcántara, la Niña de la Puebla (Puebla de Cazalla, 28 de julio de 1.909) la musa ciega de los campanilleros que paseó su arte por todo el territorio nacional en compañía de su marido Luquitas de Marchena y de sus hijos Pepe y Adelfa Soto. Y lo de pasear puede ser un eufemismo pues más que paseos era un arrastrarse de teatro en teatro, de pueblo en pueblo, de feria en feria para, ¡eso sí! hacer felices por un par de horas a millones de españoles y españolas que no deberían olvidarla.


  • Antonio Pérez Guerrero, El Sevillano (Sevilla, 15 de abril de 1.909) que alcanzó la gloria, además de por su arte, por haber creado un estilo de fandango propio que ha quedado para siempre ligado al repertorio clásico del cante. Un fandango a la medida de sus facultades, cortito si se quiere, pero emocionante, firme y con un final acelerado muy difícil de imitar. Él mismo así lo reconocía:
""En mis fandangos tal vez lo difícil esté al final. Es una cosa de velocidad. Hay que recortar, y decirlo to' en un momento. Mi cante es recortao, no se puede alargar...""

XXX. EL SEVILLANO. Fandangos personales.
(Suprimido por el autor)





  • Y María Zamorano Ruiz, María La Talegona (Córdoba, 11 de agosto de 1.909), única hembra de los seis hijos que tuvo Rafaela Ruiz conocida por "La Talegona" y la culpable de que el cante de María no se perdiera en la noche de los tiempos. La niña era muy tímida y no había manera de subirla a un escenario y menos para cantar. Animada por los premios, ganados en los concursos en que su madre la apuntaba, dejó de limpiar cines y teatros para ser protagonista en ellos. Actuó en Suiza, Holanda y Alemania haciendo las delicias de los emigrantes españoles que trabajaban en estos países. Aprendió a escribir su nombre para poder firmar los autógrafos que le pedían. Pasado el tiempo y de vuelta en su ciudad natal, siempre soltera, vivió rodeada del cariño de sus amigos y familiares. Un sobrino suyo, Talegón de Córdoba, es hoy un afamado cantaor que alterna sus actuaciones con las clases que imparte en la Academia Amor de Dios y otros centros cordobeses

Para remediar, en la medida de mi modestia, el escaso eco que el centenario del nacimiento de estos tres grandes artistas ha tenido en la prensa y revistas dirigidas al gran público, les rindo este humilde homenaje.

*****

Con un bien se paga,
tú no debes olvidar,

que un mal, con un bien se paga.
Con eso demostrarás

que la mentira se acaba

cuando llega la verdad


(Fandango de Antonio El Sevillano)

viernes, 9 de octubre de 2009

EL NIÑO DE LAS MORAS


Entre la mar, el campo y el cante

""Aquel niño huérfano que jugaba por las Cuatro Esquinas no sabía que iba a ser el Niño de las Moras. Juan Ternero Rodríguez es Juan español, Juan de Málaga, Juan de El Palo; pero a este Juan le pasó lo mismo que a muchos juanes de su época, de su patria y de su barrio: nunca fue a la escuela.
Su pupitre fue la jábega y sus únicos lápices fueron los escálamos....""



Así comienza el prologo del libro "El Niño de la Moras: entre la mar y el campo" de Miguel López Castro y Manuel Ternero Lupiáñez (nieto de Juan), escrito por Manuel Alcántara.



Juan Ternero Rodríguez (El Palo - Málaga 1.886 - 1970) más conocido como el Niño de las Moras, también llamado por sus paisanos Compadrito y Rascones (apodo de su padre), no pudo ir a la escuela convencional; pero sí estuvo en la escuela de la vida, del trabajo, de las fatigas, del esfuerzo y de las penas, ayudando a su padre desde su más tierna infancia, en las faenas de la pesca que practicaban los marengos con la jábega, la tralla, el copo, el soterraje y tantas otras.



De su madre, Francisca Rodríguez Mingorance, aprendió a amar el cante que había nacido con él.

Un día en que la jábega no pudo salir a la mar debido al temporal, el patrono pidió a Juanillo que los animara con unos cantes. Mientras esto sucedía, acertaron a pasar por alli unos señores que, en oyendo cantar a la criatura y admirados por la capacidad y el arte de un niño tan pequeño, lo llevaron con ellos a un merendero cercano donde estuvieron escuchándole hasta bien entrada la tarde. Los 20 duros que recibió como pago por su arte los repartió con su padre y los compañeros pescadores que, gracias a Juanillo, ese día pudieron llevar algo a casa para el sustento de sus familias.

Tirando de la tralla para sacar el copo

Cansado de la dura faena marinera, cuando contaba 14 años de edad, decidió dedicarse a vender moras por las calles de Málaga y creó uno de los pregones más famosos de la historia del cante flamenco.

XXX. Niño de las Moras. Pregón
(Suprimido por el autor)
Vendedor de moras

El pregón tiene dos partes:
  • La primera es un pregón-diálogo entre Zarapico y su padre, que vendían hortalizas, escuchado por el Niño de las Moras y del que sacó la idea para hacer el suyo.
  • La segunda es el pregón de las moras, con aires de soleá, que Juan creó para la venta de su producto.
Después creo otro pregón por martinete.



La venta de las moras, sus pregones y sobre todo las fiestas a las que era llamado para cantar le dieron fama en Málaga y le llegó su primer contrato importante. En el Café de Chinitas le conoció don Antonio Chacón que se lo llevó con él a Sevilla. Cantó después en Madrid, Barcelona y Francia. Fueron sus mejores años. Vivió del cante, por y para el cante, compartiendo cartel con lo mejor de la época: Chacón, la Trini, la Niña de los Peines, Juan Breva, Manuel Torre, Vallejo, Escacena... Aunque renunció muchas veces a largos contratos para no estar lejos de su familia, de El Palo y su ambiente marinero.

Uno de los cantes que nos ha dejado grabado (se negó siempre a grabar y sólo lo hizo cuando sus facultades ya no eran las mejores) fue la malagueña de Baldomero Pacheco y que siempre la anunciaba como "de El Pena" ya que que de él la aprendió. Le acompaña a la guitarra Melchor de Marchena.

XXX. Niño de las Moras. Malagueña de B. Pacheco.
(Suprimido por el autor)


La buena racha la interrumpió la Guerra Civil.

Al regreso de un exilio forzoso tuvo que volver a la venta de las moras para sacar adelante a su prole y poco a poco se fue ganando de nuevo aquel prestigio de cantaor serio, humilde y sencillo.


Las conversaciones con Sebastián el Pena (que por necesidad se fue a vivir con una hija cerca de la casa de Juan), las tardes en la peña Juan Breva con Diego el Perote y otros artistas de su época, la compañía de sus hijos y nietos, los paseos por el rebalaje de la playa junto a sus antiguos compañeros marengos y, a sus 81 años, el premio por tarantas que ganó en el Festival de la Unión de 1.967 alegraron los postreros años de la vida de este hombre sencillo, humilde y digno de aquellas palabras de Antonio Machado:

""...un hombre, en el buen sentido de la palabra, bueno..."


Las Cuatro Esquinas, donde jugaba cuando niño, llevan hoy el nombre de Plaza del Niño de las Moras y en ella se colocó, por suscripción popular, un busto en su recuerdo.

Además de su humildad y sencillez nos dejó sus cantes:

Sus pregones.
Los jabegotes, que el gustaba anunciar como cantes de los marengos.
Y la malagueña de Baldomero Pacheco.




*****

Su voz potente y sonora
y en sus labios el corazón,
Málaga entera lo añora
y recuerda sus pregón
pregón del "NIÑO LAS MORAS"

(Malagueña de Antonio Beltrán cantada por Antonio Román)

viernes, 2 de octubre de 2009

MANOLO CARACOL & ARTURO PAVÓN


¿Precursores del piano flamenco?





""...Poco hemos de decir de Manolo Caracol que ya no sepan todos los públicos. Cuarenta años de carrera triunfal, creación de un estilo inimitable, dominio de todos los cantes (...) Desde aquellos días del Concurso de Granada hasta la actualidad, una serie ininterrumpida de éxitos han jalonado la carrera artística de Manolo Caracol. En el disco que hoy presentamos, (...) hay una novedad realmente interesante: un acompañamiento alternado de piano, guitarra y orquesta con un criterio absolutamente original...""

Así reza en el reverso de la carátula del microsurco de 45 rpm registrado por PHILIPS en 1.962 y que hemos copiado.

XXX. Carcelero, carcelero.
(Suprimido por el autor)

Esta fue una de las creaciones más famosas de la pareja Caracol-Arturo con la aportación de Juan Habichuela a la guitarra. Noche tras noche tenía que cantarla en "Los Canasteros" a petición de un público, al que se le quedaban grabados los sones de este Carcelero, y que Caracol interpretaba con total entrega ya que le iba como anillo al dedo a su gusto y afición por escenificar el flamenco.


El piano se había utilizado para acompañar a la copla en reuniones de poca gente o en algunas ocasiones puntuales. Tal fue el caso en la grabación que hicieron García Lorca y La Argentinita.

Pero el origen del piano flamenco (o sea la interpretación de flamenco al piano) está ligado a dos nombres propios:
  • José Romero que llevó al piano la música flamenca tal y como se había interpretado para la guitarra y sin intención de acompañamiento al cante.
  • Y nuestro Arturo Pavón, casado con Luisa Ortega hija de Manolo Caracol, que utilizó el piano como instrumento para acompañar al cante o al baile bien sea exclusivamente o intercalándolo con la guitarra.
Después vendrán Felipe Campuzano, Chano Domínguez, Pedro Ricardo Miño y David Peña "Dorantes" por citar sólo los más destacados.

Vídeos de Manolo Caracol y Arturo Pavón: Clic aquí

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Cuando yo me muera
te pido un encargo:
que con las trenzas de tu pelo negro
me amarren las manos.

Seguiriya popular grabada por Manolo Caracol, entre otros.