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CURSO:
ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL FLAMENCO
Por Felipe Lara
Colaboración musical:
Felipe Gértrudix y
Manuel Gértrudix
Bulería por soleá
La bulería por
soleá es una de las muchas variantes de bulerías que existen.
Desde que el “Loco Mateo”
empezó a darle a la soleá un cierre más ligero del que era costumbre, creando
así la bulería, uno de los ritmos básicos del flamenco, numerosos maestros de
este difícil arte hicieron sus propias creaciones, de las que destacan las
“bulerías por soleá” del “Niño Gloria” y de Mojama, dos maestros jerezanos que
supieron unificar estos dos cantes en uno solo, incorporando así un nuevo
estilo al extenso repertorio flamenco. Rafael Ramos Antúnez, “Niño Gloria”, y
Juanito Mojama figuran en la historia flamenca de Jerez como los principales
creadores de bulerías y muy especialmente por esta feliz adaptación de bulería
por soleá que lleva sus respectivos nombres.
Las cuatro de la mañana en Jerez de la
Frontera. Ni noche, ni “madrugá”. La hora en que los
perfumes se mezclan con aguardiente aromatizando el buen cantar. Con rivalidad sincera
“Niño Gloria” y Juan Mojama echan un pulso de buen cante improvisando sus
letras, rebosantes de alegría y poética brillante. Les circundan los cabales
que marcan firme compás, a un estilo que ellos llaman bulería por soleá.
Bulería por soleá: variante conocida
también por “bulería al golpe”.
-La bulería es una
combinación de compases binarios y ternarios. El resultado es un ritmo de 12
pulsos simétricos, de los que se acentúan el 3, 6, 8 y 10 y quedan en silencio
los pulsos 11 y 12.
-Cuartetas octosilábicas y tercetos
de medida desigual.
-Comodín flamenco que recoge los más
variados temas con el objetivo de ofrecer amenidad y diversión.
AUDIO
"Flamenquita mala"
Bulería por soleá.
Letra y cante: FELIPE LARA
Guitarra: Félix de Utrera
FLAMENQUITA MALA
“bulería por soleá”
Que
yo no soy malo tú lo sabes;
soy
de tan buena ralea,
compañera
mía,
porque
soy de buena mare.
Tú
llevas muy mal camino;
yo pa
ti no he sío malo,
flamenquita
mala,
válgame
el poder divino.
Yo
por tu puerta nunca, voy a pasar,
aunque
a mí me cueste
fatigas
de muerte:
porque
tu mare no quiere,
no sé
qué querrá tu mare
ni lo
que quiere tu gente.
¡Ay! que te quiero,
te voy a querer,
aunque no tenga
pan que comer.
Bulería popular