martes, 27 de octubre de 2015

XII OTOÑO FLAMENCO DE FUENTE DE CANTOS

He recibido el siguiente correo para su difusión:

Jesús Custodio
con su Cuadro Flamenco
24 de Octubre de 2015



En el tercer sábado del XII Otoño Flamenco de Fuente de Cantos, fue el día de JESÚS CUSTODIO, que se esperaba con expectación porque  se estrenaba en esta plaza y también en la Extremadura de Badajoz, que diría domingo Manfredi y la verdad es que su espectáculo no defraudó las expectativas creadas. A las 22 horas se abrió el telón, con la puesta de escena y la presentación de los artistas y comenzó la actuación que hicieron de corrido, sin interrupción.



Jesús Custodio es un joven bailaor cacereño, muy bien formado, que tiene el título profesional Danza Española obtenido en el Conservatorio Profesional de Danza  “El Espinillo” de Madrid y una larga trayectoria en el flamenco y los espectáculos por todo el mundo, a pesar de su juventud, en los que se ha codeado y ha aprendido de grandes maestros como Rafael de Córdoba, Antonio Canales, María Magdalena, Antonio Reyes….


Además es un buen coreógrafo, cosa que se notó en el montaje de su representación, y está también realizando una meritoria labor docente  en Cáceres con El Zaguán y ahora en Arroyo de la Luz en la Escuela Municipal de Arte Flamenco, donde además hace un programa de radio dedicado a esta disciplina.



Jesús Custodio, venía acompañado de su Cuadro Flamenco formado por los siguientes componentes: en el cante por  Zaira Gómez y Paquillo Levita, en el toque, por el guitarrista  José Lucas, El Pira y por el  violinista  José Antonio Cerro y por el percusionista Mario Holgado, todos cacereños a excepción del granaíno Paquillo Levita, recientemente incorporado al grupo, que además de cantaor es el solista del conjunto El Diván del Duende. Todo un grupo al que se les vio muy conjuntado y compenetrado durante todo el espectáculo.



Comenzaron de forma espectacular a ritmo y son de Verdiales, tomando como referencia la grabación de la obra de Enrique Morente dedicada al malagueño Pablo Picaso, que sonaron con la autenticidad, bullicio y colorido que corresponde a este primitivo fandango folclórico de los montes de Málaga donde se refugiaron tantos moriscos y que Jesús Custodio interpretó oportuna e inteligentemente con castañuelas muy suelto y desenvuelto, poniendo de manifiesto, su formación en la danza española, con el cante muy bien interpretado tanto por Zaira Santos como por Paco Levita, que hicieron dos verdiales cada uno, muy bien acompañados por los instrumentista en el que destacó el violín de José Antonio Cerro que le dio la identidad sonora y su colorido a ese primitivo fandango folclórico bailable malagueño. La noche había comenzado de forma inmejorable calentando  el ambiente para la entrada del flamenco.

De esta forma, de la alegría y bullicio  los Verdiales, pasaron al compás dramático del zapateado por Siguiriyas, que después entró en la voz de Zaira Gómez dando tiempo a la incorporación del baile de Jesús Custodio, muy ajustado en su interpretación  y que remataron por Rondeña, con el cante de Paquillo y con un Fandango de Verdial de Zaira.
La función después de los aplausos siguió sin interrupción y mientras se cambiaba y preparaba el bailaor, Zaira Gómez acompañada por el resto de componentes hizo un popurrí de cantes por Tangos en el que predominaron los aires de Granada y fue muy aplaudida.


Ligaron inmediatamente después, en la voz del Levita, con La Farruca , un baile y cante casi en desuso, que recordamos dejó inmortalizado Antonio Gades en Los Tarantos, por Las Ramblas de Barcelona, en el que a Jesús se le vio muy concienciado, buscando una interpretación con sello personal y remataron brillantemente por Tangos, porque, al fin, la Farruca también es un tango, con la  voz de Zaira Gómez.
Nuevamente llenaron el espacio de la espera del Baile, con el Cante pa delante de Paquillo Levita que hizo un cante por Soléa con mucho sentimiento y fue muy aplaudido.



Inmediatamente entraron en el baile estrella de los antiguos Cafés Cantantes, Las Alegrías, aunque en el cante hicieron Cantiñas, primero El Levita que después de templarse entró por las de Córdoba y después Zaira Santos, con ellas Jesús Custodio, hizo su mejor baile de la noche, de forma muy particular, y después de la escobilla, remataron por Bulerías. El baile con todos sus componentes fue muy celebrado y aplaudido.


Ligaron sin solución de continuidad con una estribillo a dúo muy flamenco de los cantaores e inmediatamente Zaira, acompañado del resto del grupo hizo un bonito cante por Bulerías metiendo una suerte de Canciones y después le siguió Paquillo, acordándose de Juanito Villar al son de Alfonso de Gaspar, con la entrada final de Custodio, que presentó uno a uno a todos los componentes del grupo.


 Después anunció que se despedirían con un baile al son de las Bulerías por Soleá, que hicieron muy flamenco, con el cante de Zaira y con el bailaor muy a gusto y que remataron por Jaleos, en la voz de Paquillo, que justamente todo el público, que completaba el ochenta por ciento del aforo, los despidió en pié con un largo y sonoro aplauso.



En resumen, un espectáculo el de Jesús Custodio, muy bien puesto en escena, muy bien construido y llevado, donde se nota mucho trabajo y horas de ensayo, que duró prácticamente 90 minutos, que se hicieron cortos, por la agilidad y el dinamismo que le imprimieron y por la  compenetración que tienen todos los artistas en el grupo, todos muy jóvenes, pero que se les agradece con la dignidad y seriedad que desarrollaron su cometido, tanto los cantores, como El Pira con la guitarra, el violinista y el percusionista.  Un Grupo muy bien dirigidos por Jesús Custodio que demostró a pesar de su juventud, mucha profesionalidad y dedicación y que ha dejado una gratísima impresión con su espectáculo que merece un recorrido por toda la geografía extremeña. 



Como siempre después nos despedimos y gratificamos con las copas de cortesía en la sede de la Peña Flamenca en la que estuvieron varios aficionados cacereños seguidores de Jesús Custodio, con los que establecimos una cordial charla flamenca, que es esta noche no se materializó en la interpretación flamenca.



 La próxima será, a las 22 horas del día 31, despidiendo a octubre, con el Gran Festival de Arte Flamenco en homenaje  al cantaor Enrique el Extremeño, premiando su brillante trayectoria artística, al que acudirá con toda su familia y en el que también descubriremos a otro cantaor extremeño de la diáspora hasta ahora desconocido, Gerardo El Jayao.
La noche promete mucho, se perfila como un broche de oro del XII OTOÑO FLAMENCO de Fuente de Cantos, os esperamos a todos. 


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Verte, quererte y amarte
todo fue tan de improviso
que no sé que fue primero
si amarte o haberte visto.

Rafael Marín




lunes, 12 de octubre de 2015

ANTONIO "EL CAMBORIO"

Dedicada a Manu Hernández de Villafranca de los Barros




Con más retraso del que fuera de desear, por causas ajenas a mi voluntad como suele decirse, transcribo parte de un correo recibido del amigo Manu Hernández, administrador del Grupo de Facebook YO TAMBIÉN SOY DE VILLAFRANCA  y que, entre otras cosas, me dice:

Buenas noches, Pedro.
Acabo ahora mismo de leer tu libro y estoy deseando de decirte que me ha encantado, que me enganchó desde el principio y casi me lo he leído del tirón.
No soy aficionado al flamenco ni entiendo de él, pero mis recuerdos infantiles y adolescentes tienen mucho que ver con este arte. 
Y te cuento: 
Aun recuerdo las noches de verano cuando mi padre ponía sus casetes en aquel radiocasete Philips que le trajo un emigrante de Alemania.   Fosforito, la Niña de la Puebla, Pepe Marchena y algunos más que no recuerdo, mientras regaba las macetas, y se sentaba en aquella hamaca en el patio. No entendía pero a veces me sentaba en el escalón a escucharlo junto a él.

(...)

Y ahora te cuento algo que seguro te gustará conocer:
Yo conocí a Antonio "El Camborio". Yo era un niño, sobre diez o doce años. Vivía en "El Villar" donde también escuché tantas tardes los ensayos de Los Rumberos del Villar.
El Camborio venia todos los veranos a casa de una tía suya. Aún le recuerdo, bien vestido, siempre con el cabello repeinado, y seguro que con laca, bajo. Aquellos coches de marca Mercedes que llenaban los pocos aparcamientos que tenía la calle, sus dos hijos con los que jugaba, Lucas, el mayor y el pequeño, quiero recordar, Antonio.
Lo que más me llamaba la atención era, aparte de aquellos grandes Mercedes, sus dos hijas, guapísimas, las típicas gitanas morenas cepillando sus largos cabellos negros al sol. Quiero recordar que eran las que le acompañaban en los escenarios y allí en la calle, recuerdo de oírle cantar... Hace unos años, recordándolo, busqué en internet algo sobre él y descubrí que falleció en septiembre de 2011.

Ah, también muchas gracias por hacer una reseña a la página que administro en Facebook. Con tu permiso, lo diré en la página.

(...)


¡Gracias, Manu, por esta valiosa información!


***

Ya sabíamos que "El Camborio" nació en Mérida pero pasó parte de su infancia en Villafranca y, como cuenta Manu, no dejaba, siempre que se lo permitía su trabajo, de volver a sus orígenes, a Villafranca y que él consideraba como su pueblo. Aquí dejó grandes amigos y admiradores.




Para aquellos que quieran ampliar sobre su biografía artística les dejo estos enlaces:


En el último enlace (Cante Gitano Extremeño) se le cita como de Villafranca junto a la Tía Tijeras. Es uno de los pocos sitios dónde se hace referencia al origen del que él se sentía orgulloso: Villafranca de los Barros.


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Yo soy como aquel buen viejo
que andaba por los caminos:
yo no me meto con naide,
que naide se meta conmigo.

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