lunes, 24 de febrero de 2014

FELIPE LARA ( 106 ) Malagueña de EL MELLIZO

106
CURSO:
ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL FLAMENCO
                                              
Por Felipe Lara 
Colaboración musical: Felipe Gértrudix y Manuel Gértrudix




Malagueña de "El Mellizo”

   El siglo XIX habría de ser glorioso para nuestro cante, y en Cádiz, tierra con don especial, nace en la primera mitad del siglo Enrique Jiménez “El Mellizo”, cuyo enciclopedismo lo consagraría como maestro de maestros, hasta el final de sus días, que transcurrieron en Cádiz, llegando a conocer los primeros años del XX. La “malagueña del Mellizo” es trágica y profunda, percibiéndose en ella cierta influencia del canto gregoriano. Con sus desolados gritos y patéticos “ayes”, se hace respetar por los buenos aficionados al cante, que además no ignoran la dificultad de su interpretación.


   Abre sus puertas la catedral de Cádiz y dolido por el duro zarpazo del desamor busca en ella refugio Enrique “El Mellizo”. Con su mano izquierda asido al respaldo de un banco, sigue con gesto de su mano derecha y voz los oficios religiosos que allí los monjes celebran. Impregnado de la música celestial está cantando, pero ausente del lugar su pensamiento y en su desdicha, un profundo y estremecedor quejido enmudece aquellos salmos y su voz por malagueñas todos escuchan.  

  
Malagueña del Mellizo: cante propio del cantaor al que representa.
  • Quintilla octosilábica. Se repite el primero de los versos.
  • También el desenfreno en el amor está presente en la temática del cante por malagueñas. 
La siguiente letra nos muestra el extremo de la pasión amorosa que raya en la locura.




AUDIO
"Queriéndote cada día más"
Malagueña al estilo de El Mellizo
Letra y cante.  FELIPE  LARA
Música y guitarra: Felipe Gértrudix
Cante incluido en el CD "Arqueología del Flamenco"
Editado en 2.013





QUERIÉNDOTE CADA DÍA MÁS
“malagueña del Mellizo”

Este querer tuyo y mío,
a dónde va a llegar,
que yo estoy loco perdío,
queriéndote cada día más,
desde que te he conocío.





Enlaces



*****

   Amigo Pedro, tengo muchas ganas de que nuestro país y el resto del planeta tierra prisionero del capitalismo salvaje logre su libertad, no sólo porque se acabe la tiranía y el hambre (lo más deseable), si no  porque además, se oxigenaría mi mente y me alegraría el espíritu de persona positiva que mi madre trajo al mundo.

   Te prometo que cuando mis ojos no vean ni la injusticia, ni la miseria, mi inspiración poética se centrará en cantar a lo bello de la  naturaleza, a la hermandad entre los seres humanos y a tantas cosas que ahora no veo, porque están tapadas por la tremenda nube de mierda de éste corrompido sistema.

   Discúlpame, no es mi necesidad perentoria la que me come el coco. Es la conciencia y la capacidad de análisis, para entender que lo que ocurre está fuera de “sí” y de toda lógica, lo que me inflama el testículo izquierdo.

   ¡Arriba el capital honrado (Plusvalía del esfuerzo personal)! ¡Abajo el capitalismo salvaje (conseguido mediante la explotación del hombre por el hombre)!

CLANDESTINIDAD

No hay que seguirles el juego,
porque no es el tiempo ya,
en que David con su honda
y humilde piedra del campo,
acabó, con el matón Goliat.

Hoy la lucha es desigual:
Con el pecho descubierto,
recibiendo “bergajazos”
y de las bestias cornás,
poco se puede avanzar:
Llevando limpias las manos,
cara y cabeza destapá;
mientras que los represores,
hacen uso de las armas
y ocultan su identidad.

Recibiendo injusto palo,
dolido el manifestante,
si el palo intenta quitar;
se le apresa y se le juzga
por anti-sistema legal.

En el mejor de los casos,
una manifestación:
Es un campo de batalla,
donde el que habla o se calla,
es seguro perdedor.


Numerosos precedentes
nos deben aleccionar:
Mujer que perdiera un ojo,
y no por tener antojo,
que fue por decir verdad.

Tengo grabada una imagen,
de otra mujer en el suelo
sangrándole la cabeza,
y aunque pedía clemencia
los guardias no se la dieron.

Son tantos los desatinos,
y tan pocos los caminos
que el pueblo pueda tomar,
que solo queda la opción
de la clandestinidad.

Y conste que no me refiero,
a las normas justicieras
del ojo por ojo sin más.
Pues a través de Internet
les podemos denunciar:
Ante la opinión del mundo,
para que pueda juzgar
su conducta criminal,
y que Naciones Unidas
sancione su crueldad.


Un abrazo de Felipe Lara.

1 comentario:

América dijo...

Escuchando al maestro de maestros y el resto de su articulo le dejo otro abrazo.
Bella letra...