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CURSO:
ORIGEN
Y EVOLUCIÓN DEL FLAMENCO
Por Felipe Lara
Colaboración musical:
Felipe
Gértrudix y Manuel Gértrudix
Un
hombre sentado a la puerta de su casa, está cantando con la pechera de su
camisa abierta mientras alza las manos y brazos hacia arriba clamando al cielo.
A su lado, un guitarrista le acompaña tocando al triste son de las campanas de
la iglesia. Un cortejo fúnebre acaba de salir de la casa del cantaor y se aleja
por la calle.
Rompe el silencio el grito del hombre herido por su destino. Exclama los más profundos sentimientos, pura tragedia: la de ser un hombre capaz de sentir en su máxima intensidad el amor y desamor, la pérdida de un ser querido con el desgarro y estremecedor lamento de su cante. Allí va un cortejo fúnebre, ¿escuchas cómo le siguen los tristes lamentos, el abatido tañido de las campanadas, el rezo sordo de la siguiriya?
El
acompañamiento instrumental más adecuado al trágico escenario natural de la
siguiriya es el de la guitarra. Lo hace de forma solemne y difícil compás,
recordando en muchos pasajes musicales el doblar de campanas. Posiblemente,
derivado de sus reminiscencias originarias de las antiguas tonás que las plañideras cantaban en los entierros.
En el baile se
combinan pasos de punteado con desplantes de fuertes redobles incluyendo la escobilla en la parte media del
baile. El paso fundamental consiste en
un andar rítmico, con golpes secos, sonoros y cortados, avanzando y
retrocediendo el bailaor sobre el mismo sitio. Pueden bailarla indistintamente
hombres y mujeres.
AUDIO
"No te puedo querer"
Seguiriya al estilo de
Diego El Marrurro.
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Letra y cante: FELIPE LARA
Guitarra: Félix de Utrera.
Grabación de 1.971
Melódicamente la siguiriya comienza con un quejido muy profundo y lastimero para entrar en los primeros tercios, algunos de ellos redoblados, culminar en el tercero, largo de métrica y música, y caer verticalmente en el cuarto, otra vez más corto.
El
ámbito es de 7ª (Sol2-Fa3).
El
ritmo es producto de una combinación de compases binarios y ternarios, que
origina un tiempo de cinco pulsos, dos largos y tres cortos.
Armonía: Cadencia andaluza transportada a La.
La estructura depende del texto. Habrá tantas
secciones como versos se canten, y éstas se distinguen por el tipo de cadencia:
semicadencia o conclusiva.
Todas las melodías están basadas en la ornamentación
con melismas de dos notas: una que hace la función de tónica final y otra que
tiene el puesto de dominante sobre la que se canta prácticamente el texto.
Métrica Literaria
Seguidilla.
Estrofa de cuatro versos, heptasílabos los impares y pentasílabos los pares. La
rima suele ser asonante en los versos pares, quedando libres los impares.
SIGUIRIYA
DEL MARRURRO
Diego El Marrurro, cuyo nombre de pila era el de
Diego López, nació y vivió en Jerez de la Frontera en el siglo XIX. Fue uno de los más importantes cantaores de
su tiempo, creador de varios estilos como: Tonás, tangos, tientos, etc, pero se
significó con sello muy especial por suiguiriyas.
NO TE PUEO QUERE
“siguiriyas del Marrurro”
Ay, me pies que te quiera;
no te pueo queré,
porque tu eres una gitana mu
mala,
válgame un Divé.
Cuando te vi yo aquél día,
yo me eché a llorá;
me daba cuenta que tú por mi
tenías
poca voluntá.
Enlaces
*****
Mal fin tenga este sueño
que tanto he dormío;
se han llevao a la mare de mi alma
y no lo he sentío.
Seguiriya popular
1 comentario:
Bellísimo articulo maestro, las ilustraciones son absolutamente hermosas también, ¡qué bella manera de aprender!La serie sigue siendo de antología.
Saludos flamencos.
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