martes, 31 de agosto de 2010

EL CHATO DE LAS VENTAS

¿Genial o mediocre?

Al pensar en Pedro Martín (Madrid, 1.89?, Cáceres 1.936) conocido artisiticamente como El Chato de las Ventas, uno tiene que plantearse ese dilema.



Para unos (Alfredo Arrebola, Manuel Yerga Lancharro, ...) fue creador de una malagueña genial, basada en las de la Trini y Paca Aguilera. Podemos escucharla en el siguiente audio:

EL CHATO DE LAS VENTAS. Malagueña.
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XXX.

Alfredo Arrebola, Antonio de Canillas y Luís de Córdoba, que yo sepa, tienen grabada esta malagueña en mejores condiciones técnicas; pero he preferido mostrarla por su autor a pesar de las deficencias de sonido.


Otros piensan que, si tal malagueña fue obra suya, debió serlo por casualidad pues el resto de su obra discográfica lo constituyen unos cantes sin personalidad y la mayoría con letras jocosas, de un gusto dudoso y que parodiaban los éxitos de su época (colombianas, campanilleros, la milonga de Juan Simón, etc.). Podemos escucharlo en la parodia que hace de los campanilleros de Manuel Torre:

EL CHATO DE LAS VENTAS. Parodia de campanilleros.
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XXX.

El Mochuelo había iniciado este género de parodia flamenca con sus tangos cómicos y Emilio El Moro, en la década de los sesenta del siglo pasado, consiguió abrir brecha en las ventas de microsurcos y cassettes.


La vida y la muerte de este singular personaje están marcadas por su carácter de bromista indomable y sus rarezas.

Una de esas manías era la de no querer llevar gafas a pesar de que veía menos que un pez frito. Por eso, en cierta ocasión, mientras actuaba en Almadén con el guitarrista Luís Yance, cayó por el hueco del apuntador desapareciendo del escenario como por arte de magia. Los espectadores lo tomaron como una de sus bromas produciéndose una explosión de risa generalizada en el patio de butacas.

Lo de su muerte, dentro de lo trágico de la cuestión, estuvo acorde con lo que había sido su vida. El comienzo de la guerra civil le cogió actuando en Cáceres donde fue detenido junto a otros compañeros. Sufrió un infarto de miocardio cuando le anunciaron que iba a ser fusilado.


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El mundo es grande y es chico,
yo te lo voy a explicá:
es grande por la mentira
y es chico por la verdad

(Soleá popular)