martes, 2 de abril de 2013

FELIPE LARA ( 73 ) Mariana

73
CURSO:
ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL FLAMENCO

  
                                           


Por Felipe Lara 

Colaboración musical: 
Felipe Gértrudix y 
Manuel Gértrudix








Mariana

   En la plaza del pueblo, rodeados por un ancho corro formado por admiradores, una familia de cíngaros realiza sus actuaciones circenses, musicales y artísticas en general. Un oso hace equilibrio sobre una de sus patas, la cabra posa las cuatro en un pequeño taco de madera colocado encima de una escalera. Una mona hace el salto mortal hacia atrás y un perro lleva al jefe de la tribu en su boca cuantas monedas los espectadores tiran al suelo. Las puertas, ventanas y balcones del entorno están ocupadas por la vecindad a la que una joven bailarina va mostrando boca arriba un pandero para que echen monedas.




  ¡Acérquense, señoras y señores, niñas y niños, ancianos y jóvenes, que ha llegado la mariana!, reclama a voces un cíngaro en la plaza del pueblo. De inmediato, una trompeta comienza a tocar una marcha húngara y el redoblar de los tambores presagia el inicio del espectáculo. El tintineo de las monedas resuena al caer en la pandereta y los aplausos de las gentes del pueblo se entremezclan con el griterío de los niños impresionados por el espectáculo.




   Con el nombre de mariana llamaban los gitanos a sus animales domésticos, que adiestraban para realizar números circenses: mona, oso, cabra, perro y otros. Estas familias, más conocidas como cíngaros, húngaros y otras denominaciones, recorrían calles y plazas de todos los pueblos de España ganándose el pan con sus apreciadas actuaciones, que pequeños y mayores de la sociedad paya aplaudían, asomados a sus puertas, ventanas y balcones, desde donde les echaban unas monedas al pandero que habitualmente solía llevar en sus manos una joven bailarina al terminar su actuación.


Los gitanos primitivos


   El atractivo espectáculo que los cíngaros ofrecen a pequeños y mayores, haciendo subir y bajar por una escalera a sus bien adiestrados animales al son de música de trompeta y marcado ritmo de pandero, motiva a grandes cantaores como El Niño de las Marianas, El Cojo de Málaga y  Bernardo “el de los Lobitos”, que le dedican sus letras y melodías en aire de tientos y tangos.

   Aunque originariamente el motivo de la mariana está ambientado en un contexto en el que se utilizan instrumentos como la trompeta, el tambor o las castañuelas, la adaptación flamenca sólo se acompaña con la guitarra.






AUDIO
"Con mi Mariana"
Mariana.
Letra y Cante: FELIPE LARA
Guitarra: Félix de Utrera.
Grabación de 1.971.



CON MI MARIANA
“mariana”

Yo vendo peroles,
yo vendo peroles,
con mi Mariana;
ay, lucen como soles.
Tron lo ron,
tron lo ron,
lo, lo, loro; lo, lo, leiró;
tro, lo, lo, loró; lo, lo, loró, lerá.

Vamos Mariana vamos
que llegamos muy tarde a la casa
y no quiero que nos coja en la ventana
la lunita clara.

No reñirle más a mi mariana,
que ella es muy buena (bis);
ella con nadie se mete
y a mí me da mucha pena,
Pena, leéle. Leéle.

Como la quiero,
la quiero yo.
El día, que Dios no lo quiera,
la vea llorando,
yo buscaré al culpable
pa ajustarle las cuentas
de lo que está pasando.



Enlaces:



*****

Cuando llegará el momento
que las agüitas vuelvan a sus cauces;
las esquinas con sus nombres:
ni reyes, ni roques, ni santos, ni frailes.

(...)

Tú no pierdas hermano la esperanza
que el mañana llegará,
que donde hubo candelas
rescolditos quedan 
y humo saldrá.


Mariana de F. Moreno Galván
Grabada por José Menese.
LP: "Renuevos de cantes viejos". 1.970





2 comentarios:

La Gaceta Flamenca- Ramona dijo...

La Mariana: cante entrañable que me encanta, y que lo interpretan en muy pocos, por no decir ningun concierto de los que asistimos.
Yo se lo he oído a Bernardo el de los Lobitos y a El niño de las Marianas, y ahora a Felipe Lara, todo un lujo.

América dijo...

Interesantísimo cante maestro del que se muy poco, escuchando el audio me doy cuenta de lo poco que lo he escuchado, y por supuesto lo que nos reseña es entrañable.
Saludos flamencos.