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CURSO:
ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL FLAMENCO
Por Felipe Lara
Colaboración musical:
Felipe Gértrudix y
Manuel Gértrudix
Soleá
de Alcalá
Junto con las de Triana, las más antiguas soleares que se gestaron en
la intimidad de los hogares gitanos son las de Alcalá de Guadaira, que sella
para honor de su pueblo Joaquín “el de la Paula”. A partir de mediados del
siglo XIX, las soleares fueron ganando adictos, llegando a popularizarse por
toda nuestra Península, y desde las más sencillas gentes del pueblo hasta los
más grandes poetas, cantaron por soleá.
El fuego en el hogar de la familia gitana de Joaquín “el de La Paula”
caldea el ambiente para que, en torno a la chimenea, se vaya sentando un
reducido número de buenos aficionados al cante. Una mesa, dispuesta en el centro del semicírculo formado por los
reunidos, muestra algunos platos con tapas, vasos y botellas de buen vino. Muy solicitado el maestro de Alcalá de Guadaira, y acompañado por su
guitarrista, se arranca y canta por soleás, con tal conocimiento y gusto que
por momentos, en esta humilde casa, suenan ecos de catedral.
Soleá de Alcalá: de cante propio del pueblo al que
representa, Alcalá de Guadaira.
La soleá procede de la combinación de compases binarios y ternarios que
produce un ritmo de 12 pulsos simétricos. Se acentúan el 3, 6, 8 y 10 y quedan
en silencio los pulsos 11 y 12.
Coplas de tres o cuatro versos octosílabos con rima
consonante o asonante.
Su temática, bien amplia, va desde el humor a la
tragedia, expresando un especial interés
por el amor, la vida y la muerte.
AUDIO
"¡¡Ay, Parrala de Moguer!!"
Soleares de Alcalá.
Letra y cante: FELIPE LARA
Guitarra: Felipe Gértrudix
Grabación de 1.996
¡AY, PARRALA DE MOGUER!
“soleá grande de Alcalá”
En tu último suspiro
ay, Parrala de Moguer.
los brazos de Manuel Torre
para tu cuerpo sostén.
QUÉ TRISTE LA MADRUGÁ
“soleá corta de Alcalá”
Qué triste la madrugá,
de suspiros de aguardiente
y traidoras puñalás.
(“remate final”)
Hay en el aire:
pena de muerte
y olor a sangre.
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