El libro es una auténtica joya en el que se han cuidado al máximo todos los detalles: papel, encuadernación, tipografía, fotos, texto, etc. están hechos en materiales y formatos de primerísima calidad. Un libro así no puede faltar en la biblioteca de todo buen aficionado y pronto será objeto de búsqueda por bibliófilos y coleccionistas.
Este magnífico trabajo, nacido, no de intereses comerciales sino del calor de una amistad y unos recuerdos, refleja a las claras la sabiduría y la cultura autodidacta de un hombre que sólo fue a la escuela dos meses. Sus cartas, con faltas de ortografía por supuesto, no parecen escritas por un hombre iletrado, que no es lo mismo que inculto.
Me permito transcribir un fragmento de la Introducción hecha por el escritor Antonio Lázaro:
"Si tuviera que destacar dos virtudes entre las muchas que ofrece este disco-libro, mencionaría la autenticidad y el entusiasmo.
Autenticidad de vida vivida y compartida. Más de la mitad de los textos han salido de la pluma o de los labios del gran Antonio Mairena, que distinguió al autor con su magisterio luminoso y con su inquebrantable confianza.
Entusiasmo, porque tal es la actitud de este veterano flamenco madrileño, oriundo de La Mancha, que es avezado profesional del toque..."
Del entusiasmo podemos dar fe todos los que estuvimos en la presentación.
Por si fuera poco, el libro va acompañado de un CD con grabaciones inéditas del Maestro, realizadas en el calor de una tertulia entre cabales y amigos.
Para completar la velada, y acompañado a la guitarra por Juan Antonio Muñoz, Canela de San Roque nos emocionó con unos cantes hechos al más puro estilo gitano. No quiero decir que los payos no canten bien; pero como le escuché decir a José Mercé en una ocasión:
"Los gitanos no somos mejores ni peores, pero tiramos el pellizco en otro lao"
Canela es uno de los pocos cantaores vivos y en activo que quedan de los seguidores, que no imitadores, del cante de Antonio Mairena.
Del guitarrista destacaría una introducción que hizo al cante por seguiriyas: sencilla, no fácil, pero llena de musicalidad y sin virtuosismos exagerados y excesivos. Sólo recuerdo a otro tocaor que haga falsetas tan bellas con tan pocas notas: Perico el del Lunar.
Del cantaor, su sentimiento especialmente en las seguriyas, su pelea con el cante y la tanda de soleares que nos endiñó. Genial y "puro y jondo", como el programa de TV que hizo con su paisano Juan Luís Galiardo, José Vargas y Pascual de Lorca.
Autenticidad de vida vivida y compartida. Más de la mitad de los textos han salido de la pluma o de los labios del gran Antonio Mairena, que distinguió al autor con su magisterio luminoso y con su inquebrantable confianza.
Entusiasmo, porque tal es la actitud de este veterano flamenco madrileño, oriundo de La Mancha, que es avezado profesional del toque..."
Del entusiasmo podemos dar fe todos los que estuvimos en la presentación.
Por si fuera poco, el libro va acompañado de un CD con grabaciones inéditas del Maestro, realizadas en el calor de una tertulia entre cabales y amigos.
Para completar la velada, y acompañado a la guitarra por Juan Antonio Muñoz, Canela de San Roque nos emocionó con unos cantes hechos al más puro estilo gitano. No quiero decir que los payos no canten bien; pero como le escuché decir a José Mercé en una ocasión:
"Los gitanos no somos mejores ni peores, pero tiramos el pellizco en otro lao"
Canela es uno de los pocos cantaores vivos y en activo que quedan de los seguidores, que no imitadores, del cante de Antonio Mairena.
Del guitarrista destacaría una introducción que hizo al cante por seguiriyas: sencilla, no fácil, pero llena de musicalidad y sin virtuosismos exagerados y excesivos. Sólo recuerdo a otro tocaor que haga falsetas tan bellas con tan pocas notas: Perico el del Lunar.
Del cantaor, su sentimiento especialmente en las seguriyas, su pelea con el cante y la tanda de soleares que nos endiñó. Genial y "puro y jondo", como el programa de TV que hizo con su paisano Juan Luís Galiardo, José Vargas y Pascual de Lorca.
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Antonio Mairena por Ignacio CortésEn las fuentes del alba silencios,
tejiendo sombra y luz, nació su cante.
Transido aún de luna y ya radiante
de claro ruiseñor y roja rosa
Yo el alma reverencio poderosa
y el subterráneo sol, que suspirante,
la voz incendia de tu raza errante,
la queja de tu raza misteriosa.
India andaluza, tu laurel más puro
floreció en los plateados olivares
y los verdes naranjos de Sevilla.
Allí te clama el martinete oscuro
su rey,allí su reino soleares
te rinden, y su imperio seguiriyas
tejiendo sombra y luz, nació su cante.
Transido aún de luna y ya radiante
de claro ruiseñor y roja rosa
Yo el alma reverencio poderosa
y el subterráneo sol, que suspirante,
la voz incendia de tu raza errante,
la queja de tu raza misteriosa.
India andaluza, tu laurel más puro
floreció en los plateados olivares
y los verdes naranjos de Sevilla.
Allí te clama el martinete oscuro
su rey,allí su reino soleares
te rinden, y su imperio seguiriyas
Soneto a Antonio Mairena. Ricardo Molina
(Revista Litoral nº. 238)
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