Érase un hombre a una nariz pegado ( 4 )
El por qué a Eduardo García-Ruiz Espejo (Vicálvaro, Madrid; 1.893 - 1.975) se le conoció con el nombre artístico de El Chata de Vicálvaro (femenino siendo varón) no hemos podido averiguarlo y hemos tenido nuestras dudas para incluirlo o no en este grupo. Nos hemos decidido por tener dos grabaciones suyas (jaberas y alegrías) y porque nos parece un cantaor interesante. Si el nombre artístico tenía o no algo que ver con su apéndice nasal poco importa.
""Decían de Eduardo el Chata los que le conocieron que poseía un gusto exquisito para decir los cantes, resultando primorosas sus interpretaciones... (...) Hombre dotado de una gran sencillez y poco común, jamás alardeaba de los triunfos alcanzados en los concursos a los que se presentó -que fueron bastantes-, tras los cuales se le abrían de par en par las puertas de los teatros y salas en las que se representaban los mejores espectáculos flamencos de la época"". Así nos habla de él Antonio Escribano en su libro "Y Madrid se hizo Flamenco" (Editorial Lavapiés. Madrid, 1.990)
AUDIO
"A la tumba de mi madre"
Jabera.
Cante: EL CHATA DE VICÁLVARO
Guitarra: Ramón Montoya
Grabación de 1.929.
El caso es que su holgada situación económica le permitió vivir sin dedicarse en exclusiva al cante de forma profesional y prefirió la tranquilidad de su pueblo y la compañía de sus amigos a la ajetreada vida del artista flamenco. Eso no le impidió alternar con algunos de los grandes de su época como Francisco Lema "Fosforito", Maneli, el Chato de las Ventas y otros. También se unió, durante algún tiempo, a la compañía de Pepe Marchena en su espectáculo "La Copla Andaluza" en el Circo Price y llegó a grabar varios discos de pizarra con el guitarrista más cotizado de la época Ramón Montoya.
Enlaces
*****
A la tumba de mi madre
llevé una noche una cruz;
y al tiempo de retirarme
vi venir una luz
que trataba de guiarme.
Jabera de El Chata de Vicálvaro
1 comentario:
De una forma u otra lo principal es que dure su recuerdo
Publicar un comentario