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CURSO:
ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL FLAMENCO
Por Felipe Lara
Colaboración musical:
Felipe Gértrudix y
Manuel Gértrudix
Felipe Gértrudix y
Manuel Gértrudix
Malagueña de Juan Breva
Al haber
alcanzado un gran éxito popular, el maestro Juan Breva llegó a obtener el
reconocimiento del rey Alfonso XII, quien le invitó a una recepción en el
Palacio Real de Madrid junto con las personalidades más relevantes de la época.
En la “malagueña de Juan Breva” se aprecia una gran dulzura y musicalidad.
Siguiendo su escuela se han creado por toda nuestra geografía numerosas peñas que
llevan su nombre. Entre los muchos cultivadores de su cante destacó Manuel
Centeno, fiel mantenedor de su arte.
Del salón principal del
Palacio de Oriente pende una lujosa lámpara araña de cristal. Sentado bajo
ella, solemne, Juan Breva canta su malagueña acompañándose con su guitarra en
el marco de la recepción a la que ha sido invitado por el rey.
Emocionadas
de oír su voz las perlas talladas se mecen con intención de precipitarse o
fundir su tintineo al elevado timbre del maestro. Un largo silencio de
contenidas palabras y suaves respiraciones acompañan los sostenidos tercios del
cante, que se rompe con fortísimos aplausos y vítores al rematar su obra.
Malagueña de Juan Breva: cante propio del
cantaor al que representa.
- Quintilla octosilábica. Se repite el primero de los versos.
- El amor y el desamor son una constante en la inmensa mayoría de las coplas del folclore de España, pero que en el cante flamenco se acentúa por la naturaleza de las gentes del sur, algo más caliente no sólo en la temperatura corporal, sino también, y muy especialmente, en la pasional del corazón y la mente.
AUDIO
"Quien mal anda, mal acaba"
Malagueña de Juan Breva
Letra y cante: FELIPE LARA
Guitarra: Felipe Gértrudix
Grabación de 1.998
QUIEN MAL
ANDA, MAL ACABA
“malagueña de Juan Breva”
Por
tu nombre pregunté
y
nadie me contestaba;
ya lo
estás viendo mujer;
quien
mal anda, mal acaba;
qué
sola te vas a ver.
Enlaces
*****
DECLARO
CONSCIENTEMENTE
(Segunda parte)
sin cambiar las cosas del Estado”
Declaro
conscientemente,
que veo harta a la
gente,
de tanta sucia
patraña;
sin que se de solución
a la extrema gravedad:
Que sufre el
trabajador,
por quienes le
engañan,
y en vez de emplear
aquí
lo robado en el
ladrillo,
lo tiran fuera de
España.
Declaro conscientemente,
que si a malgastar el
dinero
llaman hacer Marca
España;
que pongan un
gallinero
con buenos pollos y
“poyas”:
verán que pronto nos
sobran
a los españoles
huevos,
para aclarar las
gargantas,
y al cantar “kirikikí”
ser famosos en
Atlanta.
Declaro
conscientemente,
que no quiero que me
pongan
marchamo de radical.
Defiendo el término
medio,
muy lejos de lo
abismal:
Entre el que muere de
hambre
y el que es rico por
matar,
que es donde está el
extremo,
el desastre y la injusticia
que sufre la
humanidad.
Declaro
conscientemente,
que si a Mandela
tuvieron
veintisiete años
preso,
el mundo debe juzgar
a sus verdugos por
eso:
Porque en toda
dictadura,
los alcistas
opresores,
criminales obsesos;
han de pagar sus
locuras
después de un justo
proceso.
Declaro
conscientemente,
que no me quiero
empeñar:
Ni con la banca
usurera,
ni con mafia criminal,
y si la mente
perdiera:
he dejado escrito ya,
que mi capital no
muera
en cuentas envenenás,
que sirven al que más
tiene,
sin dejar al pobre ná.
Declaro
conscientemente,
que yo defiendo la
ciencia,
porque salva muchas
vidas.
De ello tengo
experiencia,
ya que me curó de
heridas:
En nuestra Seguridad
Social,
por buenas y expertas
manos
con la conciencia
debida,
doctores que como
hermanos
con amor te dan la
vida.
Declaro
conscientemente,
que estoy dispuesto a
luchar,
porque mis nietos
consigan
la justa oportunidad,
de formarse como
seres:
Dignos de respetar,
por estar capacitados;
para educar a los
hijos
de la noble clase
obrera,
tanto tiempo abandoná.
Declaro
conscientemente
que si yo sólo no
puedo,
cambiar el rumbo del
mundo,
por mar, cielo y
tierra
sin descansar un
segundo:
Propagaré el
pensamiento
de una sana filosofía,
con resultado fecundo;
natural y no divina,
alejada de lo absurdo.
Felipe
Lara
1 comentario:
Pedro, yo estoy sorprendida de que este Hugo Barroso tiene ilustración para todo... parece el cuerno de la abundancia. Ésta de Juan Brava en el Palacio de Oriente es ya una pasada, porque además son a cual más bonita.
Efectivamente los cantes de Juan Breva son dignos de todo elogio, y como dice el refrán "Algo Tendrá el agua cuando la bendidcen", en este caso nada menos que ser invitado por el Rey en su palacio.
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