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CURSO:
ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL FLAMENCO
Por Felipe Lara
Colaboración musical:
Felipe Gértrudix y
Manuel Gértrudix
Mariana
En la plaza del pueblo, rodeados por
un ancho corro formado por admiradores, una familia de cíngaros realiza sus
actuaciones circenses, musicales y artísticas en general. Un oso hace
equilibrio sobre una de sus patas, la cabra posa las cuatro en un pequeño taco
de madera colocado encima de una escalera. Una mona hace el salto mortal hacia
atrás y un perro lleva al jefe de la tribu en su boca cuantas monedas los
espectadores tiran al suelo. Las puertas, ventanas y balcones del entorno están
ocupadas por la vecindad a la que una joven bailarina va mostrando boca arriba
un pandero para que echen monedas.
¡Acérquense, señoras y señores,
niñas y niños, ancianos y jóvenes, que ha llegado la mariana!, reclama a voces
un cíngaro en la plaza del pueblo. De inmediato, una trompeta comienza a tocar
una marcha húngara y el redoblar de los tambores presagia el inicio del
espectáculo. El tintineo de las monedas resuena al caer en la pandereta y los
aplausos de las gentes del pueblo se entremezclan con el griterío de los niños
impresionados por el espectáculo.
Con el nombre de mariana llamaban
los gitanos a sus animales domésticos, que adiestraban para realizar números
circenses: mona, oso, cabra, perro y otros. Estas familias, más conocidas como
cíngaros, húngaros y otras denominaciones, recorrían calles y plazas de todos
los pueblos de España ganándose el pan con sus apreciadas actuaciones, que
pequeños y mayores de la sociedad paya aplaudían, asomados a sus puertas,
ventanas y balcones, desde donde les echaban unas monedas al pandero que
habitualmente solía llevar en sus manos una joven bailarina al terminar su
actuación.
Los gitanos primitivos
El atractivo espectáculo que los
cíngaros ofrecen a pequeños y mayores, haciendo subir y bajar por una escalera
a sus bien adiestrados animales al son de música de trompeta y marcado ritmo de
pandero, motiva a grandes cantaores como El Niño de las Marianas, El Cojo de
Málaga y Bernardo “el de los Lobitos”,
que le dedican sus letras y melodías en aire de tientos y tangos.
Aunque originariamente el motivo de la mariana está ambientado en un contexto en el que se utilizan instrumentos como la trompeta, el tambor o las castañuelas, la adaptación flamenca sólo se acompaña con la guitarra.
AUDIO
"Con mi Mariana"
Mariana.
Letra y Cante: FELIPE LARA
Guitarra: Félix de Utrera.
Grabación de 1.971.
CON MI
MARIANA
“mariana”
Yo
vendo peroles,
yo
vendo peroles,
con
mi Mariana;
ay,
lucen como soles.
Tron
lo ron,
tron
lo ron,
lo,
lo, loro; lo, lo, leiró;
tro,
lo, lo, loró; lo, lo, loró, lerá.
Vamos
Mariana vamos
que
llegamos muy tarde a la casa
y no
quiero que nos coja en la ventana
la
lunita clara.
No
reñirle más a mi mariana,
que
ella es muy buena (bis);
ella
con nadie se mete
y a
mí me da mucha pena,
Pena,
leéle. Leéle.
Como
la quiero,
la
quiero yo.
El
día, que Dios no lo quiera,
la
vea llorando,
yo
buscaré al culpable
pa
ajustarle las cuentas
de lo
que está pasando.
Enlaces:
*****
Cuando llegará el momento
que las agüitas vuelvan a sus cauces;
las esquinas con sus nombres:
ni reyes, ni roques, ni santos, ni frailes.
(...)
Tú no pierdas hermano la esperanza
que el mañana llegará,
que donde hubo candelas
rescolditos quedan
y humo saldrá.
Mariana de F. Moreno Galván.
Grabada por José Menese.
LP: "Renuevos de cantes viejos". 1.970
La Mariana: cante entrañable que me encanta, y que lo interpretan en muy pocos, por no decir ningun concierto de los que asistimos.
ResponderEliminarYo se lo he oído a Bernardo el de los Lobitos y a El niño de las Marianas, y ahora a Felipe Lara, todo un lujo.
Interesantísimo cante maestro del que se muy poco, escuchando el audio me doy cuenta de lo poco que lo he escuchado, y por supuesto lo que nos reseña es entrañable.
ResponderEliminarSaludos flamencos.