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CURSO:
ORIGEN Y EVOLUCIÓN DEL FLAMENCO
Por Felipe Lara
Colaboración musical:
Felipe Gértrudix y
Manuel Gértrudix
Se llamaba “tanguillo” a una
especie de peonza que se hacía bailar con un látigo. Puede que este juego fuese
el origen del cante, ya que tienen mucho en común, pues el tanguillo es
juguetón e intrascendente. Lo mismo en baile que en cante, es animado y alegre,
inspirado en ambientes festeros, y expresa en sus letras chuflas, pasatiempos y
toda clase de diversiones. Su patria chica es Cádiz, y se extendió por toda la
baja Andalucía en el siglo XIX. Más tarde, a lo largo del siglo XX acaba siendo
uno de los cantes más populares y divulgados por toda nuestra península. No se
reconocen maestros de este cante porque ha sido tan popular que todo el mundo
lo cantó.
Desde la muralla se observa
la marcha de las cuádrigas hacia Roma. El Imperio está en decadencia y les
obliga a dejar tras de sí las muy celebradas y extendidas fiestas de palacio,
donde las “poulebes” o danzarinas gaditanas -con su especial sensualidad- hacen
sus delicias provocando fascinación.
Tras su partida, nativos
gaditanos de ambos sexos cantan animados tanguillos, mientras escarban con
palas y cubos en la arena de la playa de Gades. Buscan las monedas de oro y
plata que los romanos arrojan como augurio de buena suerte para su larga
travesía marítima hasta Roma.
Tanguillo de Cádiz: procede de “tango”, baile y
cante.
-En Andalucía se denomina así a la peonza que se hace bailar. Es el cante
propio de la ciudad y provincia a las que representa.
-En compás acelerado de tango.
-Aunque en su composición métrica están muy presentes
las cuartetas octosilábicas, goza de cierta libertad y usa versos de distinta
medida, siempre que se adapten a su compás.
La base primordial de su temática son letras
desenfadadas, irónicas y festeras de diversión intrascendente.
AUDIO
EN LAS PLAYAS GADITANAS
“Tanguillo de Cádiz”
En
las playas gaditanas
aquellos
duros dieron que hablar:
ay,
de las niñas bonitas,
que
con su gracia y su sal
y de
su arte sencillo
que
tienen pá enamorá.
A los
mozos algunas,
les
propusieron:
una
vía de rosas
si se
casaban con sus dinero
Y los
pobres temblando,
sin
podé ni hablá;
en
sus garras cayeron
sin
decir ná.
Sin
darse ni cuenta
de su
amor impuro,
como
por encanto
le
sacan los duros.
Las
niñas bonitas,
perdieron
su encanto
y al
pasar el tiempo
su
amor marchitando.
Adiós
los duros antiguos,
que
por Cádiz iban dando:
Desde la Playa de Gádes
A la
Isla San Fernando.
Adiós
los duros antiguos,
que
tanto dieron que hablar;
por
los siglos de los siglos
en el
recuerdo ya quedarán.
Y el último representa
la copia de un gran sofá
donde se sentaba Eva
en compañía de Adán.
Allí los dos muy tranquilos,
no crean que esto es patraña,
en aquel gran paraíso
cierto domingo por la mañana
tenían los dos mucha jambre
y se comieron una manzana.
"Venta de cuadros antiguos".
Tanguillos de Pericón de Cádiz.
La peonza o trompo en según que zonas, era juego tanto de niñas como de niños, se diferenciaba en la forma de arrojarla: los chico por alto, las chicas más bajo, a ras de suelo. Se enrrollaba en una cuerda y ¡zás!. A mi me gustaba mucho y todavía conservo una.
ResponderEliminarBonita la historia, pero echo a faltar el dibujo...