GITANO Y DE BADAJOZ

Una dicotomía del FANDANGO

Si hay un palo difícil de clasificar, ese es el fandango: comarcales, naturales, valientes, cané, personales,... No creo equivocarme si digo que, junto a la bulería, es el estilo más interpretado y del que se han hecho más grabaciones. Todo cantaor o cantaora que se precie, tratará de crear su estilo de fandango: Macandé, Pérez de Guzmán, Palanca, Chocolate, Caracol, Vallejo, Marchena, El Carbonerillo, Aznalcollar, El Sevillano y otros muchos, así lo hicieron. Un recital, si no termina por bulerías, lo hace por fandangos.

Pero sí se puede hacer una dicotomía del fandango: los que se hacen a compás (generalmente para ser bailados) y los que se cantan ad libutum, es decir al libre albedrío del intérprete, sin sujetarse a compás alguno y buscando su lucimiento personal.


En el primer caso, el cantaor de San Fernando (Cádiz), Alvaro de la Isla (1.929-1.969) acompañado a la guitarra por Paco de Lucía y su hermano Ramón de Algeciras nos canta unos fandangos de Huelva. La letra del primero tiene un inconfundible aroma campero; mientras que en los otros dos queda patente la gracia de algunas coplas flamencas. Los tres, en un marcado compás de 3 X 4 y acompañados por la percusión de las castañuelas o palillos. También se muestra claramente las dos maneras de entonar este palo flamenco: bien comenzando con el segundo verso entero (como en el primero: "merece estar condenao") o con la última palabra del citado segundo verso (como es el caso de los otros dos: "carrera" y "maté" ) La estrofa lírica del fandango se compone de cuatro o cinco versos mientras que la estructura melódica contiene siempre seis tercios que hay que completar.

Álvaro Álvarez Añino, como hicieran después Camarón y El Chato, tomo el nombre artístico de su pueblo natal, llamado La Isla de León antes que San Fernando. Grabó pocas cosas en solitario pero fue un excelente cantaor de atrás (para acompañar el baile). Actuó en el ballet de Rosario, Antonio, los Canasteros y en salas tan prestigiosas como El Corral de la Morería y Torres Bermejas entre otras.

En el segundo caso he elegido a un cantaor que da título a la entrada: Porrina de Badajoz, sin duda el más grande cantaor que ha dado Extremadura, gran intérprete de fandangos, con un estilo personalísimo, y divulgador de los tangos y jaleos extremeños. Hace unos años, la Diputación Provincial de Badajoz, publicó un libro, acompañado de cuatro Cds, con la biografía y las grabaciones del "Marqués de Porrina", título que le concedió el Marqués de Villaverde, el yerno de Franco, tras una memorable noche flamenca y con unas copitas de más como suele pasar; pero Porrina se lo tomó muy en serio hasta el punto que se hizo dibujar su "escudo" con las gafas de sol y el clavel que siempre llevaba puestos.

Su cante era de un preciosismo deslumbrante y de una auténtica filigrana. Su personalísimo estilo hizo que algunos críticos le tildaran de heterodoxo y de no respetar la medida de los cantes.
Está acompañado por Ramón Montoya, guitarrista homónimo del gran genio de principios del siglo XX.


Y para fandangos a compás, podemos ver el vídeo de Eva la Yerbabuena que baila unos fandangos granaínos de Frasquito Yerbagüena, con el que sólo le une el nombre y el paisaneje , ya que ambos son de Granada. El vídeo es de un programa de la serie "Algo más que flamenco", que presentaban Sara Baras y Paco Sánchez, y que emitió TVE. No hay, hoy en día, muchas bailaoras que muevan la bata de cola con el arte, la gracia y el salero con que lo hace La Yerbabuena. Bailar con este tipo de traje entraña una dificultad extra y no todas las artistas se atreven a ello.

Desconozco el nombre de los componentes del grupo. Seguro que alguien lo sabe y nos ayuda a completar la entrada.


Noticia relacionada con Porrina: aquí. Publicada el martes día 7 de octubre de 2.008.

Más sobre la biografía de Porrina: aqui.

Página web de La Yerbabauena: aquí

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A un sabio le pregunté
qué flores olían mejor.
Me dijo que la mujer
era la flor del amor
si la saben comprender

La letra de los fandangos cantados por Porrina son de A. Mata González.